Sobre zapallos y calabazas (14 de enero)

Tom Dieusaert
4 min readJan 18, 2021

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plato típico mexicano: quesadillas de flor de calabaza con queso

Mi parate obligatorio también abre la puerta a nuevas amistades insospechadas. del club de remo esta semana ya me vinieron a ayudar varios: Christian, que es un tipazo en todos sentidos. Es un hincha fanatico de Boca, pero nadie es perfecto. Me ayudó con la pileta y el jardín y solo me miro raro cuando le dije de recoger las flores de calabaza. “¿Querés que te ayude con algo de plata… ? Estas tan mal que ya estás comiendo flores…” Christian no me creía que las flores de calabaza es una comida muy común en México, como es la limonada de las flores de Jamaica. En Argentina estamos muy lejos de México, siempre cuando uso una palabra mexicana (como “chamarra” por campera, “cubeta” por balde o “charola” por bandeja) me miran como si les estuviera hablando en flamenco. Creo que la única referencia cultural mexicana en Argentina debe ser el “Chavo del Ocho”. Y claro, “el Chapo” Guzmán.

Las calabazas empezaron a crecer solas, como un yuyo. Atrás en el jardín estoy haciendo un compost y alguna semilla tirada empezó caminar y en un par de semanas dejó unos zapallos enormes. “Es como una plaga,” dice mi vecino y ahora la planta rastrera ha copado toda la parte trasera del jardín (o “patio” en argentino) y está perfecto, porque ahora tampoco puedo moverme mucho, menos cortar el pasto así que si hay yuyos que nacen solos que sean yuyos comestibles. Me sorprende cuán rápidos crecen estos zapallos (de la variedad “anco”) y en un par de semanas ya están para comer. Siempre me confundo entre las diferentes variantes de calabazas y zapallos. Creo que en México la calabaza es otra cosa que en Argentina y ademas tenes calabacitas, calabacines, zapallos, zapallitos, zucchini y calabaza ‘halloween’ así que generalmente cuando las compro en la verdulería termino apuntando a “aquella cosa verde redonda o alargada”.

la calabaza mas famosa

Otro día me vino a visitar otro amigo del club de remo, Marcelo, en un día muy caluroso. Cocinó bajo mis directivos: papas, zapallo del jardín, cebolla u otras verduras en el horno, sobre la “charola”. Marcelo es muy burlón y le gusta sacarme el cuero, pero se portó como un caballero, seguramente por respeto a mi discapacidad temporal. También me doy cuenta que gracias a mi condición física, estoy habilitado para ejercer sin mucha oposición, uno de mis pasatiempos favoritos: dar órdenes. “Agarra esto”, “pone eso ahi”, … etc

El jueves me visitó Gabriel “Pelo” Velázquez. Él es cuñado de uno de mis compañeros de bote (Ramiro) y además es uno de los nuevos talentos de remo de travesía, el deporte que practicamos en Tigre (es “remo de resistencia” o larga distancia realmente). La mayoría que practica el remo de travesía son cuarentones(as) o cincuentones(as) que lo hacen para mantenerse en forma, pero de vez en cuando hay un deportista de verdad o un ex-olímpico que se cuela y Pelo es un ex-triatleta que vive y piensa como un deportista. Tuvo varios accidentes deportivos: hace un par de años le chocaron cuando andaba en bicicleta y se fisuró el omóplato. En otra ocasión se rompió la clavícula y tiene una actitud muy positiva y constructiva a la rehabilitación y quizás tiene una mirada menos “mágica-surrealista” de otras personas que te dicen “vas estar bien, solo necesitas paciencia” y este tipo de consejos. Pelo dice concretamente: “podés aprovechar para practicar brazos y abdominales. Pronto vas a poder hacer pequeños movimientos con el pie y hacer tal o tal cosa en la pileta.”

Los deportistas tienen otra relación con su cuerpo como los mortales normales. Para el intelectual el cuerpo es un vehículo necesario de la mente y capaz lo desprecia, comiendo mal, tomando demasiado alcohol o fumando. El deportista vive conectado con su cuerpo, no tiene miedo de castigarlo o exigir el cuerpo, pero también nunca lo va descuidar o ignorar. El cuerpo está presente siempre. El deportista está consciente de su cuerpo.

Hoy antes de venir a ayudarme en el jardín, Pelo hizo 80 kilómetros en bicicleta, se fue a Escobar o algún lugar por la autopista (!) y además remo en la máquina de remo (remoergómetro). Me encanta remar y competir en regatas, pero sé que no tengo ni la disciplina ni la constancia para entrenar. Puedo convivir con la idea de ser “un intelectual que practica un deporte”.

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Tom Dieusaert
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Written by Tom Dieusaert

Reporter. Writer. South America. Twitter @argentomas. Recently published “Rond de Kaap: Isaac le Maire contra de VOC".

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