Siglo 21 Cambalache (20 de enero)
Hoy es la asunción del nuevo presidente de EEUU. En una época donde ves cada vez más chicos que apenas se afeitan en posiciones de poder, se puede decir Biden es un contraste y uno se pregunta si va llegar vivo hasta el final de su periodo, más aún, si va poder subir a las escaleras del Capitolio sin que le agarre un síncope. Pero claro ahora para todo el mundo — incluso los siempre ultra críticos tuiteros — Biden es “una corriente de aire fresca” en el mundo y su presidencia el alba de “una era nueva con gran esperanza”. Coincido que Trump era un payaso impresentable, una especie de Krusty, pero era un payaso democráticamente electo y si somos sinceros, en 2016 lo eligieron porque él era el outsider que iba contra el sistema y los estadounidenses no querían lo suficiente a Hillary Clinton.
WTF?
La ex-canciller de Obama parecía demasiado calculadora, condescendiente y segura que iba ganar. Y a los norteamericanos les gusta siempre el papel del boxeador que se levanta, cuando el otro ya está recibiendo los aplausos del público. Después de su derrota, Rodham-Clinton todavía no entendió que era lo que le había pasado y escribió un libro: “What happened?” “¿Qué pasó?” Como me pudo ganar ese troglodita, cavernícola, lepidóptero, misógino y narcisista? A mi?!!
Clinton-Rodham parecía el paragón de una política de carrera de Washington DC. Su idea para resolver un problema es mandar hacer un estudio y crear a una comisión.
Bombardeo de propaganda
Bajo Obama, los demócratas seguían bombardeando con drones a civiles en Afganistán, nunca cerraron la base de Guantánamo en Cuba y perseguían a Assange. Al final en EEUU es el aparato industrial-militar que manda y lo demás es entretenimiento. Los demócratas son también los que más gastaron en esta campaña — la más cara en la historia. Según la Comisión Electoral Federal (FEC) gastaron un récord de 7 mil millones de dólares en propaganda, solo para la carrera presidencial (incluyendo las precandidaturas como la de Bloomberg y Sanders) y 8 mil millones mas para la carrera al Congreso. Entre abril y octubre de 2020, Joe Biden consiguió apoyos oficiales y particulares por 950 millones de dólares. Debe ser un poco como la guerra fría entre la EEUU y la URSS, que ambos Demócratas como Republicanos se sienten obligados a subir la apuesta para no perder las elecciones. Pero para un partido que propone ser ecológico y estar en contra de la economía capitalista es un tantito hipócrita gastar tanta plata en (tiempo) aire.
Ahora hay que ver cuánto tiempo durará la luna de miel entre los medios y Biden (semanas? meses?) El primer gran test de Biden será si puede controlar mejor la pandemia que el bribón con peluquín.
Es interesante que a principio de la pandemia muchos analistas han tratado de utilizar las cifras de contagio para elogiar o descalificar ciertos gobiernos. Ahora están todos en la misma bolsa, “populistas de derecha” como Trump, Bolsonaro y Johnson o “populistas de izquierda” como López Obrador o Fernández. Los gobiernos “sensatos noreuropeos” como Alemania o Suecia tienen las mismas cifras que España o Italia. El Covid19 ha demostrado que nadie sabe nada. No saben cuándo se va poder viajar, si van a abrir las escuelas, si van a poder vacunar a toda la población. Ni siquiera saben si las vacunas van a servir para las nuevas variantes del virus. Estamos llegando a un punto en el que los políticos ni siquiera pretenden saber lo que están haciendo.
You can dance, you can jive (dancing queen)
Por la tarde tomé mi primera clase de canto con una profesora conocida de una socia de mi club. Es una clase por Zoom por razones de Covid pero me viene perfecto por mi reducida movilidad.
La maestra es muy simpática y empieza la sesión zoom con una entrevista con Pipo, el gato que curiosamente quiere saber quien está al otro lado y llena la pantalla con su cara gorda. Estoy tomando la clase de canto porque me doy cuenta que cuando tocamos con nuestra banda de rock, siempre termino afónico y eso seguro tiene que ver con una falta de técnica o calentamiento.
Alejandra me explica algunas cosas básicas sobre cómo se genera el sonido, con el aire que pasa por las cuerdas vocales y utiliza la boca, el esternón, la cara como cajas de resonancia. “La voz es un instrumento de viento”. En algún momento Alejandra me invita tocar un tema en la guitarra y me agarra tan desprevenido (hace un mes que no toco) que me quedo en blanco, y luego se me ocurre tocar un tema de David Bowie.
La profe se da cuenta rápidamente que estoy tratando de cantar en un tono demasiado alto. “Vos tenés que adaptar las canciones a tu voz, no al revés.” Revolucionaria la idea. “Me pasa con todos mis alumnos,” dice Alejandra “Y lo mas chistoso es que las mujeres lo aplican al toque, mientras que los hombres tardan para cambiar, pero eso es la base.”
La profe me invita a que le envié algunos temas bien melódicos para la próxima semana y tratamos de adaptarlos a mi tono de voz. Estoy pensando en un tema de Gotye, otro de Cerati y algunos de ABBA. A ver que pasa.