La ventana indiscreta (diario de Aquiles)

Tom Dieusaert
3 min readJan 2, 2021

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Me rompí el tendón de Aquiles el 19 de diciembre 2020. Tengo meses de rehabilitación en mi casa en Tigre. Aprovecho de escribir un diario y espiar a los vecinos.

Rear Window

1 de enero 2021: me levanto a las 7 de la mañana y ya que mis compañeras de casa están dormidas empieza la tarea difícil de ir hacerme unos mates en la cocina. Llego con las muletas y la mochila a la cocina y veo que han lavado los platos pero como buena costumbre sudamericana (se deja secar los platos con el calor del ambiente en vez de secar con un repasador y en vez de devolverlos a su lugar, quedan amontonados en la bacha) Trato de meter la pava debajo de la canilla apoyándome en un pie y la muleta en la otra. Más difícil es vaciar el mate en el tacho de compost porque me tengo que agachar. Lo peor es que viniendo de la posición horizontal en la cama, tener la pierna colgando con la sangre que va para abajo me empieza a doler.

Hago el primer mate para que la yerba se solidifique, meto el mate en el bolsillo de costado de la mochila y el termo atrás y vuelvo a la cama. En la vida diaria nunca fui tan consciente del lujo de tener dos pies funcionando. Me acompañaron toda mi vida, no solo para desplazarme pero también para apoyarme. Gracias pies! Cuantos pasos hicieron… ? millones. No, ni pienso bajarme un app pedorro para contarlos. No hay más pelutudo que un pre-milennial haciéndose pasar por un tecnológicamente aggiornado. Es como estos cuarentones que se ponen un atuendo disco, gafas raras y asisten a festivales techno como “Tomorrowland”. Es un espectáculo patético y vergonzoso. Yo me quedo confortablemente en yesterdayland.

El mate sabe muy bien. Empiezo a revisar los mensajes de whatsapp y tomo mi medicación, paracetamol y anticoagulantes. Afuera llegan los primeros autos con los turistas. Descargan sillas plegables. El plan de los turistas es sentarse en el Paseo Victorica, mirar el río marrón, entre la baranda de chinchulín y tomar mates. No estoy tan mal al final. Empiezo a disfrutar estas vacaciones largas que me esperan. Solo que dependo de otras personas y es algo que todavía me cuesta realizar.

A las doce me visita mi amigo y colega-guía Carlos que me trae plata. Eso es otro tema para resolver. Porque no porque uno está inmovilizado, deja de gastar guita. Carlos estuvo vaciando un departamento que tienen en San Nicolás y me trae una bolsa con equipamiento para bucear: zapatillas de neopreno, snorkel, aletas,… Está todo en una bolsa deportiva abultada con cierre roto. Carlos me cuenta que en algún momento su esposa y el ex-marido estuvieron en Isla de Pascua y estuvieron snorkeleando por ahí. Compraron todo este equipo, volvieron y después guardaron la bolsa que todavía tiene el nombre del negocio en Hanga Roa y la etiqueta con el nombre del ex-marido. Carlos está casado con Mariana hace más de 15 años fácilmente asi que calculo que el equipo de buceo debe tener más de 20. Vintage. Viene genial para la temporada de verano, lastima que no me puedo meter en el agua.

Por la tarde Azucena, una amiga que pasó el año nuevo con nosotros y se quedó a dormir, mete unas papas en el horno, zapallo de la huerta y un pedazo de bife de chorizo de ayer. Me trae un vaso con Havana Club, menta del patio, azúcar mascabo e hielitos. Me pongo con la compu y termino el primero de enero escribiendo.

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Tom Dieusaert

Reporter. Writer. South America. Twitter @argentomas. Recently published “Rond de Kaap: Isaac le Maire contra de VOC".