La lógica del pañal (6 de enero)
La noticia de hoy es que ayer hubo una reunión de los Village People en el Congreso de EEUU y que hubo mucho tumulto entre el público y que hubo un muerto.
La vida de un corresponsal
Como siempre, me enteré bastante después de los hechos, por un tweet y un meme, y esa es otra prueba de que como corresponsal me quedo bastante corto. Los verdaderos corresponsales tienen la oreja pegada a la radio, la señal de la policía y almuerzan mirando TN noticias.
No tengo televisión — por suerte — así que siempre me tengo que enterar de las últimas noticias a través de otras personas. Por ejemplo, mi hija me llamó el 25 de noviembre para contarme que Maradona había muerto. Hace un par de años, cuando fue elegido Bergoglio como Papa, me llamó la radio nacional de Bélgica y un reportero entusiasmado me dijo: “Tom, ya sabes para qué te estamos llamando,¿no?, ¿Cómo esta reaccionando la gente allá a la noticia??”
“Sii,” les dije “¡La verdad es que no saben qué decir! Están como yo, sin palabras…”
Bueno, como excusa les puedo decir que para Bruselas, el corresponsal de Buenos Aires esta en el mismo nivel que el de Nairobi o Kampala. Cuando alguna vez sucede algo que sea digno de mencionar en la radio flamenca VRT, el notero del día abre en su PC el Excel de los corresponsales freelance, encuentra mi ficha y mi teléfono y me llama a las cuatro de la mañana diciendo “espero no molestarte…”
Nazis refugiados
Después no tienen mucha idea de lo que pasa en Sudamérica, saben que es un lindo lugar para vacacionar y que hay buenos futbolistas. Hace un par de años, en la época de Macri, me llamó un pasante de la radio que estaba con ganas de hacer una nota de color, porque había visto que el presidente Israelí estaba visitando la Argentina. Quizás esa noticia se había filtrado por los cables internacionales, porque durante los Kirchner, había más bien una cercanía a los Iraníes, que no son exactamente muy buenos amigos de Israel.
La cuestión es que ese joven me llamó porque le parecía una “re historia” que “un presidente Israelí visitara un país de nazis refugiados”. Me quedé boquiabierto y no supe qué decir.
Le dije que nada que ver, que aquí justamente había una comunidad judía muy grande (y pocas tensiones entre las colectividades) y que por eso la visita de Netanyahu y que el enfoque de esa historia estaba totalmente equivocado. Ahí me perdí una nota. Pero bueno, tampoco la pavada.
Después algunos argentinos me preguntaban preocupados después de la última devaluación: “¿Y qué opinan de nosotros en Europa?” Siempre les tranquilizo, que no se preocupen. Que en Europa no saben nada de Argentina, igual que en Argentina se escucha muy poco de otros países. En cambio, del triángulo amoroso de Benjamín Vicuña, Pampita y la China Suarez no se pierde ni un capítulo.
Y de la eterna interna Peronistas vs Antiperonistas ni hablar… En 2036 vamos a poder viajar en un hyperloop entre Buenos Aires y Madrid en 30 minutos, el mundo será regido por la Inteligencia Artificial, viajaremos en un drone al laburo y mientras un robot nos hace el asado, vamos a estar hablando sobre la masacre de Ezeiza o el pacto de Olivos. Y no vamos a ponernos de acuerdo nunca, porque esa es justamente la idea. Una gallina no podrá admitir nunca que Carlitos Tévez hizo un golazo, como que un bostero nunca dirá que Gallardo es un entrenador de primera. Sos de Boca o de River. Sos Federal o Unitario. Son actos de fe, no son análisis. Capaz el fútbol ya es algo demasiado tribal, pero a lo quiero llegar es que si esta sociedad necesita algo, son consensos y criterios.
El criterio de la góndola
Y lo del criterio no lo inventé yo, sino una amiga que trabaja para una multinacional conocida por sus pañales y sus carilinas.
Ella es la jefa de los repositores (gondolieri en italiano) y aparentemente hay una serie de reglas no escritas en los supermercados. Una de ellas es que las empresas tienen ciertas góndolas asignadas y pueden reponer sus productos a su libre albedrío.
Entonces ella explica a sus repositores que primero van sus marcas más caras y los talles desde los más chicos hasta los XXXX. Hay repositores que escuchan, otros no. Algunos ponen los pañales bien porque se acuerdan de la vez pasada, otros hacen cualquiera. Y mi amiga se tiene que enojar y repetir todo. Ella me explica la lógica: “El talle chico va primero porque un padre primerizo que va por primera vez a comprar pañales — con instrucciones de su mujer — lógicamente va a buscar primero el talle más chico y va ser el primero que encuentre. De ahí le va parecer natural que cuando crezca el bebé, va a avanzar cada vez más en la góndola.” “Y ponemos nuestra marca premium primero, antes de nuestras otras marcas, porque como es más cara, también nos deja más margen, que nuestras marcas más económicas.”
Bueno, son trucos de marketing. No sé si funcionan, probablemente sí. Capaz el segmento pañalero ya esta recontra investigado y probado por AC Nielsen, Deloitte, McKenzie y Accenture.
Pero la razón porque se ponen los pañales en ese orden es el criterio. El criterio puede ser correcto o equivocado, tampoco garantiza un resultado, pero en sí un criterio es debatible. Y cuando se parte de un criterio, uno puede tomar una decisión.
Yo por ejemplo pensé que la marca premium va primero porque psicológicamente si un padre despistado ve un paquete de pañales del talle que busca, capaz agarra el primer paquete que ve y piensa “bueno todos serán mas o menos del mismo precio, como los fideos”. En cambio si pones la marca barata primero, capaz cuando llega hasta al final de la góndola con las marcas más caras, dice: “me están afanando!” y se queda con el primero, el paquete económico (y menos absorbente, pero esa es oootraa discusión….! )
Ahora, la cuestión es que si los repositores entienden el criterio de la empresa — estando de acuerdo o no — entonces la jefa de los repositores no tendrá que estar repitiendo dónde poner el paquete verde, rojo o amarillo. Ya los repositores sabrán que hacer sin que alguien les de indicaciones. Sin necesitar a un gran “líder” que baja línea.
